¿Esclavos en el Siglo XXI? Una Perspectiva Bíblica
En pleno 2025, ¿conoces a alguien que sea esclavo? Es difícil pensar que puedan haber esclavos en esta época, sobre todo en nuestra cultura o en el entorno en el que nos movemos, pero la Biblia nos enseña, dice Segunda de Pedro 2:19, el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. Hoy en día muchos hombres y mujeres se pueden encontrar en esclavitud, tal vez a algún pecado, tal vez a la pereza, a las drogas, al internet, a las redes sociales, tal vez a una culpa, pero Dios quiere liberarnos.
La Esclavitud del Pecado y la Liberación Divina
Dice la palabra que el hombre apartado de Dios es esclavo del pecado. Pecar es no hacer la voluntad de Dios, es dar la espalda al objetivo que Dios tenía preparado para el bien de su criatura. Pero Dios quiere acercarse a nosotros, Él desea levantarnos y liberarnos. Se acercó a nosotros mediante Jesucristo, quien murió en la cruz para expiar nuestras faltas y liberarnos del pecado.
El Don de la Salvación y la Libertad en Cristo
Ahora, Dios espera que cada uno de nosotros que reconozcamos nuestro alejamiento de él, que le confesemos y aceptemos el don de la salvación, aquel aquella salvación que fue pagada y por un costo muy caro, por el costo de la muerte de Jesucristo en la cruz. El que se apropia del valor del sacrificio de Jesús ya no es más esclavo del pecado, sino libre. A partir de entonces se deja guiar por el espíritu de Dios, quien le enseña a decir como el apóstol en Filipenses 3:14, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Colosenses 1 del 12 al 14 también dice, dando gracias al Padre, el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas y trasladado al reino de su amado hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Oración por la Libertad en Cristo Jesús
Señor, queremos darte gracias al terminar este día por tu amor que nos trae a libertad en Cristo Jesús. No queremos vivir esclavos, no queremos que el enemigo, que los vicios, que las cosas alrededor, que las culpas nos esclavicen. Permítenos caminar en la libertad aquella que ha comprado Cristo en la cruz por cada uno de nosotros y permítenos vernos como hijos tuyos en la identidad que tú nos has dado, Señor, en esa libertad que es una libertad para elegir lo bueno gracias al amor que tú nos has brindado, Padre bueno. Te damos gracias, bendigo a la bendigo la vida de cada uno de mis hermanos y te pido que seas tú obrando y permitiéndonos vivir en la libertad que tú nos has dado en Cristo Jesús. Te damos la gloria y la honra en el nombre de Jesús, amén y amén. Bendiciones para todos, familia.
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